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¿Ciudadanía en Crisis? Participación Ciudadana al Rescate |
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Carlos Camacho |
¿Ciudadanos desconectados? Una vez finalizadas las Elecciones Municipales -o cualquier otro acto de sufragio para la designación de autoridades en el ámbito local o nacional- las ciudadanas y ciudadanos bolivianos hemos cumplido con uno de los más sustanciales derechos y deberes que tenemos como tales: el voto. Sin embargo, el ejercicio de la ciudadanía es un proceso en permanente edificación que se articula -y da sentido- a las distintas esferas de la vida cotidiana relacionadas con la pertenencia a una comunidad política (sociedad civil), con el propósito de desarrollar acciones destinadas a gestar colectivamente el propio destino. Así, la ciudadanía consiste en la participación real y activa de las personas como sujetos protagónicos a partir de la asunción responsable de los deberes y derechos en los terrenos político, económico, social y cultural. Por lo tanto, no hay un modelo de ciudadano o ciudadana ejemplar, sino que más bien debemos re-conocer a esos hombres y mujeres concretos existentes en sus múltiples y conflictivos procesos de conformación de su ser ciudadano. Pero cuánto nos falta por avanzar en este terreno. ¿Usted conoce los derechos y deberes que le reconoce la Constitución Política del Estado? ¿Cómo ejerce usted su ciudadanía todos los días? ¿Qué papel tienen los medios de comunicación en todo este proceso? Motivados por estas cuestionantes -conjuntamente con la Asociación de Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL)- realizamos una encuesta a fines de 1999 en el área urbana de seis municipios del país donde funcionan emisoras afiliadas a esta Asociación: Huanuni, Sorata, Copacabana, Aiquile, Riberalta, Chulumani y Pucarani. Los resultados que presentamos a continuación se basan en esta encuesta. ¡Mecanismos, sí! ¡Participación, no! La Ley 1551 de Participación Popular (del 20 de abril de 1994) reconoce legalmente ese proceso de participación fundamental para la promoción de ciudadanías y crea una serie de mecanismos donde los ciudadanos pueden influir en la toma de decisiones que afectan sus vidas, es decir, la gestación de su desarrollo humano. A pesar de la implementación de estos mecanismos los ciudadanos bolivianos todavía no los han hecho parte de su vida cotidiana ni los han interiorizado como eje central en el ejercicio de su ciudadanía. Cuando se les consultó acerca de los mecanismos de participación que adoptan en su municipio (Figura 1), ocho de cada diez encuestados expresaron que no practicaban ninguno (78,3%). En cantidades inferiores exteriorizaron que tomaron parte activa en los Planes Operativos Anuales -POA- (7,9%), en los Planes de Desarrollo Municipal -PDM- (4,7%), en los Diagnósticos Participativos (3,7%) y en el Comité de Vigilancia (4,9%). ¿Y los medios, qué? Para nadie es novedad que las instituciones y partidos políticos van perdiendo credibilidad que la va ganando ese otro lugar donde podemos reclamar, denunciar, ser escuchados, gritar en voz alta y ¡públicamente!: los medios de comunicación. Por tanto, el ejercicio de la ciudadanía tiene mucho que ver con los medios, ya éstos se constituyen en nuestros tiempos —más que en ninguna otra época— en un verdadero espacio para la interpelación, el debate, la visualización de diferentes realidades e identidades y la participación plural de los diferentes actores sociales. Respecto a las acciones que los medios de comunicación pueden llevar a cabo para mejorar la participación ciudadana los encuestados mencionaron que Respecto a las acciones que los medios de comunicación pueden llevar a cabo para mejorar la participación ciudadana (Figura 2) los encuestados mencionaron que deben informar de manera veraz y clara y dar seguimiento a las noticias (31,5%), orientar, concientizar, incentivar y apoyar a la ciudadanía (30%), dar cobertura a la opinión del pueblo y visitar los barrios y comunidades (16%). También los medios -especialmente la televisión y la radio- están obligados a elaborar formatos y programas participativos así como a mejorar técnicamente (8,5%), efectuar control social investigando y denunciando las actividades municipales irregulares (7,6%) y ser objetivos al decir la verdad con imparcialidad (6,4%). En el procesamiento de estos datos no se tomó en cuenta al 12,42% de personas que no supieron o no respondieron la consulta. En ese rumbo, los medios tienen como tarea asegurarse de que los ciudadanos estén adecuadamente informados para que puedan formarse opiniones sustentadas sobre temas de interés público -lo que es común a todos- para tener un control y responsabilidad en el momento de tomar sus decisiones y, así, constituirse en actores de su propia ciudadanía. Asimismo, los medios masivos deben argumentar sus juicios, buscando generar diálogos y debates públicos para llegar a consensos. Receta para la participación Para participar más y mejor en sus municipios (Figura 3) una cuarta parte de los ciudadanos y ciudadanas demanda mayores conocimientos y capacitación (24,5%) y mayor participación de todos con equidad y unidad en las actividades municipales (23,4%). Uno de cada diez exige desarrollo a partir del mejoramiento de los servicios básicos (14,2%) y orientación y apoyo (9,0%). En porcentajes menores localizamos a los que solicitan honestidad y veracidad de las autoridades frente a acciones de corrupción (7,7%), información procesada en noticias claras (7,5%) y coordinación y diálogo entre autoridades y pueblo (6,7%). Pequeñas cantidades mencionan la dedicación (3%), el trabajo para todos (2,1%) y el control social comenzando en la denuncia con investigación (2,1%). En este procesamiento de datos no se tomó en cuenta a los que no supieron o no respondieron esta pregunta, vale decir, 14,8% de encuestados. El reto siempre presente Es indudable que los bolivianos y bolivianas conocemos muy poco sobre una ciudadanía que la ejercemos en todo momento y no sólo cuando sufragamos. A pesar del marco jurídico que nos faculta para participar y la intención de algunas instituciones por apoyar este proceso, poco hemos avanzado en esa dirección. Quizás no hemos terminado de comprender que la democracia se sustenta en la pertenencia y participación activas, en la comunidad de intereses (defensa de lo público) y en el reconocimiento de esa igualdad legal (ante la ley) y social (tratos mutuos de respeto y valoración) que nos hace vivir y crecer como seres humanos. Mucho nos queda por hacer, pero ya hemos dado los primeros pasos. Las instituciones, en general, y los medios de comunicación, en particular, tienen que asumir su responsabilidad de comenzar a andar junto a la ciudadanía. Y nosotros varones y mujeres, ¿cómo ejerceremos cotidianamente nuestra ciudadanía? |